MAGIA NEGRA
La magia negra es, según los creyentes, el poder mal ejercido por quienes se supone que tiene un pacto con el diablo. Brujería se considera una cualidad innata de la que se supone que tienen.
El origen de las prácticas de la brujería puede ser buscado en la supervivencia de cultos paganos, especialmente en la creencia cristiana en el poder y en el diablo, muy extendido en la Europa medieval. Las mujeres que a las que se les llaman Brujas y los hombres, hechiceros.
La brujería participan de un culto del mal con una parodia de la liturgia cristiana; sus principales eventos fueron al mismo tiempo, la masa y las reuniones del akelarre o día de reposo. A su relación con la adoración pagana del entierro, la bruja se ha asociado con los megalitos.
Algunos lugares son relacionados popularmente a las reuniones de brujería, como la montaña del Pedraforca y el plano de las Brujas en el Maresme.
La brujería era considerada ya en el siglo XIII como herejía por la iglesia católica o como una secta, y a la Inquisición como la autoridad civil para perseguirlas. La pena aplicada para los delincuentes era generalmente la muerte: el colgante y la cremación de la víctima.
Se estima que en Europa el número de personas quemadas fue de unas 500.000.
Persecución de Brujas
La caza de Brujas fue un primer conjunto de medidas contra las mujeres sospechosas de brujería durante la edad media, del siglo XVII, cuando la brujería comenzó a ser considerada un peligro, esto toma posesión de la sociedad y se crea una psicosis colectiva, siguiendo la línea de lo que estaba sucediendo en toda Europa.
En el siglo XV se registra en Londres el primer proceso importante, que llegó a convencer a la población de la existencia de las Brujas; en el siglo XVII se dieron los años de máxima persecución, incluyendo torturas y ejecuciones. Se estima que durante este período fueron ejecutadas más de 400 mujeres.
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