El uso de las electroválvulas en edificios
Si alguna vez ha estado en un edificio de gran altura, probablemente habrá notado las grandes cajas de metal con cables que van hacia ellas y que están montadas en el exterior del edificio. Estas cajas contienen electroválvulas, que son una parte esencial de la fontanería de los edificios altos. ¿Qué son exactamente las electroválvulas y cómo funcionan?
Las electroválvulas son válvulas accionadas eléctricamente que controlan el flujo de agua en los sistemas de fontanería. Suelen utilizarse en aplicaciones comerciales e industriales en las que se necesita un control remoto para abrir o cerrar el agua. Por ejemplo, en un edificio de oficinas de gran altura, el personal de mantenimiento puede necesitar poder cortar el agua desde la planta baja en caso de que se produzca una fuga en una de las plantas superiores.
Las electroválvulas funcionan utilizando un electroimán para abrir o cerrar una válvula. Cuando el electroimán recibe energía, crea un campo magnético que arrastra un émbolo hacia la bobina. Esto abre la válvula y permite el paso del agua. Cuando el electroimán se desactiva, el émbolo vuelve a su posición original y cierra la válvula.
Las electroválvulas se presentan en una gran variedad de tamaños y configuraciones para satisfacer las necesidades de las distintas aplicaciones. Los dos tipos más comunes de electroválvulas son las normalmente cerradas (NC) y las normalmente abiertas (NO). Las válvulas NC permanecen cerradas cuando se desenergizan y se abren cuando se energizan, mientras que las válvulas NO hacen lo contrario.
Las electroválvulas son una parte esencial de muchos sistemas de fontanería comercial e industrial. Permiten el control remoto del flujo de agua, lo que puede ser útil en situaciones en las que es necesario cerrar rápidamente una fuga. Las electroválvulas funcionan utilizando un electroimán para abrir o cerrar una válvula, permitiendo que el agua fluya cuando está abierta o impidiendo que fluya cuando está cerrada. Hay dos tipos principales de electroválvulas -normalmente cerradas (NC) y normalmente abiertas (NO)- que funcionan de forma diferente según estén o no energizadas.
Importancia para la climatización de edificios
Las válvulas son uno de los componentes más importantes de cualquier sistema de climatización. Son responsables de regular el flujo de aire y de garantizar que el aire de un edificio sea de la máxima calidad. Aunque hay muchos tipos diferentes de válvulas, todas sirven para el mismo propósito: mantener la calidad del aire.
El primer tipo de válvula es la válvula de escape. Esta válvula se encarga de ventilar el aire viciado fuera del edificio. El segundo tipo de válvula es la de admisión. Esta válvula introduce aire fresco en el edificio. El tercer tipo de válvula es la de recirculación. Esta válvula recicla el aire que ya se ha utilizado en el edificio. El cuarto y último tipo de válvula es la válvula de alivio. Esta válvula es una medida de seguridad que evita que se acumule demasiada presión en el sistema de climatización.
Las válvulas son una parte esencial de cualquier sistema de HVAC. Ayudan a regular el flujo de aire y garantizan que el aire de un edificio sea de la máxima calidad. Hay cuatro tipos principales de válvulas: de escape, de admisión, de recirculación y de alivio. Cada tipo de válvula sirve para un propósito diferente, pero todas trabajan juntas para mantener la calidad del aire.