Un coche duradero
Hace tiempo que vengo viendo el coche que usaba mi padre cuando éramos pequeños, un coche que nada tiene que ver con los que podemos encontrar ahora pero que sigue funcionado sin problema. Que verdad que es que las cosas antes se fabricaban mejor que ahora, al menos sabíamos que los elementos que utilizaban eran de buena calidad y a las pruebas me remito. Si nos damos cuenta estamos ante vehículos que siguen funcionado que han dado muy pocos problemas a lo largo de su vida útil y que nos hacen ver que los coches de antes de verdad eran de mucha durabilidad. La verdad es que son pocas las personas las que se decantan por conducir un coche así, prefieren elegir una de los que se llevan ahora, un coche que llame la atención por su marca o modelo y que sea recién sacado de fábrica, hay quien no se da cuenta que quien hereda un coche algo más antiguo está heredando un tesoro, ya que coches así son difíciles de encontrar y estamos ante verdaderas reliquias.
Yo personalmente estoy encantado, me gusta mucho la idea de saber que puedo utilizarlo sin problema, lo que ocurre es que a coches así hay que hacerles una buena revisión sobre todo por el tiempo que han estado parados, saber que cada una de sus piezas anda a la perfección u no hay que cambiarles nada. Generalmente un coche guardado durante tanto tiempo ha podido experimentar algún daño, si no se han preocupado de arrancarlo a menudo de sacarlo a dar una vuelta de que las ruedas no sufran del peso tanto tiempo parado es normal que pueda dar algún que otro problema y haya que cambiar algunas de sus piezas. Quizás se pueda pensar que ahora va a ser imposible conseguir piezas para un coche así y la verdad es que conseguir piezas de segunda mano coches en un desguace no es del todo complicado.
Tan solo es cuestión de buscar el desguace en el que trabajen con la misma marca y modelo que tenemos seguro que entre todos los que hay y la ayuda de un buscador lo encontramos enseguida, solo así se pueden hacer los sueños en este caso realidad, sabiendo que en los desguaces albergan verdaderas reliquias que nos pueden servir para poner en macha un coche que más que valor económico lo tiene de manera sentimental.